El alcalde (segundo de izquierda a derecha) en un acto institucional. EPDA Ni la mejor serie
de narcos hubiera sorprendido tanto a los vecinos de Torres Torres.
Su alcalde, Rafael Gil, ha aceptado siete años y once meses de cárcel tras
reconocer varios delitos vinculados a una banda de tráfico de armas
y drogas. En el pueblo de La Baronia no se habla de otra cosa. De la
cara oculta del alcalde, de su otra vida relacionada con la trama de
lituanos, que traficaban con grandes cantidades de marihuana y armas
de fuego.
Los hechos se
remontan hace dos años cuando el primer edil fue detenido por su
supuesta pertenencia a una trama de tráfico de drogas y armas, que
exportaban la mercancía ilegal a otros países de Europa a través
de la empresa de manipulación y comercialización de productos
hortofrutícolas del alcalde. Según el informe de Fiscalía, los
acusados utilizaban la sociedad de Rafael Gil para distribuir la
droga y las armas camufladas entre los palets de frutas y las latas
de tomate de la empresa. Además, varios de los dirigentes de la
organización aparecen dados de alta como trabajadores de la
mercantil del alcalde de Torres Torres, e incluso uno de ellos como
socio de la empresa.
La noticia de la
vinculación del alcalde con esta trama de narcos ya causó un gran
revuelo entre los vecinos de la comarca y en especial entre los
habitantes de la pequeña población de La Baronia. Su partido, en
esos momentos el PSPV-PSOE, le suspendió de militancia, pero el
primer edil desmintió los hechos y se aferró a su puesto en la
alcaldía desde el Grupo de los No Adscritos. Dos años después el
juicio contra los 42 acusados de la trama se ha celebrado esta semana
en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València y
finalmente el alcalde de Torres Torres ha reconocido varios de los
delitos vinculados a esta banda de narcotráfico aceptando ocho años
de cárcel, lo que ha sorprendido aún más a los vecinos ya que el
primer edil siempre había manifestado públicamente su inocencia.
“He aceptado ocho años de cárcel pero con condiciones, porque voy
a pedir la suspensión de la pena ya que de manera individual los
delitos no suman más de dos años cada uno”, ha manifestado el
propio Rafael Gil a El Periódico de Aquí.
En este sentido,
cabe destacar que el artículo 80.3 del Código Penal contempla que
“excepcionalmente podrá acordarse la suspensión, aunque no
concurran dichas condiciones y siempre que no se trate de reos
habituales, cuando las penas individualmente no superen los dos años
de prisión y las circunstancias personales del reo, la naturaleza
del hecho, su conducta y, en particular, el esfuerzo para reparar el
daño causado, así lo aconsejen”.
El alcalde ha
sido acusado de pertenecer a una organización criminal, por un
delito contra la salud pública, por encubrimiento del cabecilla de
la trama, por un delito contra los derechos de los trabajadores, por
malversación de caudales públicos y por blanqueo de capitales de
medio millón de euros. Y de los 30 años solicitados en un principio
por el fiscal, el alcalde ha reducido su pena tras llegar a un
acuerdo de conformidad con el Ministerio de Fiscal de ocho años de
prisión.
La trama también
ha salpicado a la gestión del Ayuntamiento de Torres Torres ya que,
según el informe de Fiscalía, el alcalde “infló” varias
facturas del Consistorio a nombre de una tienda de deportes de
Segorbe cuyo propietario también está acusado en la mismo juicio.
“Con ánimo de obtener un lucro ilícito a costa de lo ajeno y
prevaliéndose de su cargo como alcalde del Ayuntamiento de Torres
Torres, adquirió una serie de prendas deportivas para su uso
personal que abonó inflando las facturas que el Ayuntamiento pagó
por la adquisición de balones y trofeos, al objeto de cubrir el
importe debido”, matiza el informe de Fiscalía.
Renuncia
Preguntado por El
Periódico de Aquí, Rafael Gil ha comunicado que todavía no ha
tomado la decisión sobre su continuidad en la alcaldía tras
reconocer la pena de ocho años. “Todavía no sé qué voy a
hacer”, ha apuntado el todavía alcalde de Torres Torres.
Los que sí que
están trabajando ya para su retirada de la alcaldía son los tres
concejales del PP y su ex compañero de partido, el edil socialista
Vicente Cabo, que están negociando una moción de censura que se
prevé presentar el próximo lunes para que en el plazo de 15 días
pueda celebrarse un pleno extraordinario, para quitarlo del poder.
Los cuatro concejales bastarían para sacar adelante esta moción de
censura, pero tanto el PP como el PSPV-PSOE esperan que las dos
concejalas de Compromís se sumen a la iniciativa.
“El pueblo de
Torres Torres no puede seguir con este alcalde”, ha destacado el
secretario comarcal del PSPV-PSOE, Ernesto Herrera. Y es que para los
socialistas “lo importante es cambiar el alcalde y si hay que
pactar con el PP, pues este acuerdo debe prevalecer antes de mantener
en el cargo a una persona que ha aceptado ocho años de cárcel”,
ha apuntado el vicesecretario de la ejecutiva comarcal socialista,
Toni Sanfrancisco. En cuanto a la alcaldía, los socialistas
entienden que pasaría a manos del PP, ya que fue la lista “más
votada en las últimas elecciones municipales”. Pero, según ha
matiza do Sanfrancisco, “hay que negociar todas las condiciones y
acordar una moción de censura adecuada, no a costa del PP”.
Así pues, en
principio la alcaldía pasaría a manos del que fuera alcalde del PP
Alfonso Guillem con el apoyo de los socialistas, durante los próximos
ochos meses de la legislatura.
Por su parte,
desde Compromís han emitido un comunicado en el que piden la
dimisión de Rafael Gil como alcalde de Torres Torres “para no
dañar más la imagen pública de la población”.
Respecto
a una posible moción de censura, Compromís “no se cierra a hablar
con los otros grupos municipales”. No obstante, los nacionalistas
recuerdan que el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Guillem, “está
siendo investigado por la fiscalía. Una auditoría de la anterior
legislatura encargada por el Ayuntamiento a iniciativa de Compromís
detectó irregularidades económicas en la justificación de dietas
de Guillem, que era el alcalde del PP en aquel momento. Rafael Gil
era el segundo de la lista del PP y concejal popular, hasta que
avanzada la legislatura dejó el Grupo Popular por desavenencias con
el alcalde, y en 2015 pasó a encabezar la lista socialista -que
obtuvo dos concejales con menos votos que Compromís.Esta
investigación, la situación actual de la cual se desconoce, hace
muy difícil que Alfons Guillem se constituya en el candidato de un
posible acuerdo de consenso”, concluyen los nacionalistas.
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