Susana Gisbert. EPDA
Ha llegado el momento de la verdad, al menos en
Valencia, y en unos cuantos lugares más que aún no habíamos pasados a la ansiada
fase 1. Por fin podemos sentarnos en una terraza a tomarnos una cerveza. Que ya
era hora.
Y digo que ha llegado el momento de la verdad porque
ahora sabremos cuántos deportistas hacían deporte de verdad, o era solo postureo.
Ahora es cuando podremos desenmascarar a todos esos runners -lo que antes
llamábamos corredores, sin más-, ciclistas, senderistas, caminantes y otras
especies y saber si necesitaban de verdad salir a hacer deporte o era solo una
excusa para lograr un poquito más de libertad
Ahora pueden elegir entre cerveza o carrera, y ahí los
quiero ver. Aunque siempre estará el listo o lista que diga que va haciendo running
hasta la terraza donde le sirven una cerveza fresquita, que se la ha ganado. Y
ahí casi que va a tener razón.
He de confesar que soy un mar de dudas, con eso de los
horarios por edades y actividades. Leo que para hacer deporte y caminar se
siguen manteniendo las mismas franjas por edades. Pero no parece que existan
horarios para tomar una caña en una terraza, comprar en una tienda de ropa o ir
a la peluquería sin cita previa si esto fuera posible -me dicen que ya están
dando fechas para julio-. Y entonces ¿cómo llegas hasta la terraza, la tienda
de ropa o la peluquería? ¿te teletransportas? ¿no puedes aprovechar tu rato de
caminar para andar hasta allí porque no es tu hora de deporte?
Hay, sin embargo, quien me dice que la nueva fase no
supone una derogación de lo establecido en la anterior y que solo podemos salir
a las mismas horas para tomar esa ansiada cervecita. Pero eso no puede ser,
porque no creo que fuera a triunfar ningún bar si solo puede echar cañas de 6 a
10 y se pierde la hora de la comida o el aperitivo.
Pero lo que de verdad me tiene que vivo sin vivir en
mí es que lo de las terrazas al sol sea tan importante que determine la
diferencia entre avanzar y no hacerlo, que sean poco menos que un símbolo de
libertad. Me pregunto si en otros países también se da semejante trascendencia
a la restauración y la estética, pero, cuando veo los informativos, me da la sensación
de que no somos un caso único
Será porque es algo que no se puede hacer por vía telemática.
Por fortuna.
Eso sí, como diría mi madre, coneixement. Nos
jugamos mucho.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia