El alcalde de Alicante en 1918, Antonio Bono Luque, convocó el 14 de octubre de ese año una sesión extraordinaria del Ayuntamiento en la que citó al entonces gobernador civil de la provincia, José María Caballero, por la alarma sanitaria generada por la pandemia de gripe española.

Ésta golpeó con fuerza la ciudad en la segunda oleada, en otoño, y Bono Luque solicitó recursos económicos para afrontar la crisis y el desalojo y demolición de parte de tres barrios de Alicante, según el acta de la reunión, que se conserva en el Archivo Municipal de Alicante.

La exquisita cortesía, el apoyo entre los ediles presentes, de distinto color político y la fe en la ciencia protagonizan la sesión.

Toma la palabra Caballero. El motivo que le ha llevado a las casas consistoriales "ha sido la enfermedad que en Alicante reina, añadiendo que no hay que agrandar el mal ni exagerar sus efectos, sino combatirlo por todos los medios".

Y Prosigue el gobernador civil, según el acta, al decir que cree "no obstante ser lego en medicina, que la ciencia cuenta con medios sobrados para luchar con éxito contra la enfermedad gripal".

Bono agradece la presencia de Caballero, pero no puede esperar más al comentar que "en Alicante ha adquirido la epidemia gripal proporciones alarmantísimas, y lejos de disminuir en intensidad, el número de atacados ha ido en aumento en estos últimos días y la estadística de defunciones representa el quíntuple de mortalidad".

"Donde más defunciones han ocurrido y ocurren es en aquellos puntos de la ciudad donde menos se practica higiene", asegura, "allí donde las viviendas carecen de las circunstancias elementales de habitabilidad".

"En esas casuchas que Alicante tiene en las estribaciones del castillo de Santa Bárbara, en las cuales las gentes viven en un hacinamiento y una miseria capaces por sí solos de causar a la salud pública los grandes estragos que lamentamos", prosigue en referencia al barrio de Las Provincias, un grupo de casas precarias situado en la ladera del monte Benacantil.

Bono señala la raíz del problema y avanza su intención "procediendo al saneamiento de la ciudad, montando con la importancia que requiere los servicios de desinfección de viviendas y de ropas y realizando en fin en las condiciones de intensidad adecuadas una labor sanitaria que por esas mismas condiciones garantice la apetecida eficacia".

Pasa Bono a detallar su plan de ocho puntos, el primero de los cuales es "el saneamiento de todo el barrio llamado de Las Provincias y de la parte alta de las barriadas del Carmen y del Arrabal Roig, donde se hallan los principales focos de enfermedad gripal".

Es decir, desalojar y demoler viviendas en la parte más alta y pobre de la ciudad, a lo que sigue el alcalde con su enumeración porque pretende "adquirir aparatos esterilizadores de agua" y "habilitar locales (pabellones, dockers) para todos aquellos que siendo hijos de esta población se quedaren sin vivienda como consecuencia de estas medidas".

En cuarto lugar, el primer edil desea "proceder a la completa instalación de un hospital para infecciosos donde se podrían tener dispuestas cuarenta camas para enfermos de esta índole, con todos los servicios sanitarios inherentes a establecimientos de la clase que queda indicada".

También "completar el material de desinfección de que se dispone, a cuyo efecto esta Alcaldía ha adquirido cuatro estufas portátiles y una modernísima estufa marca Metzger con todos sus accesorios".

La lista de necesidades continúa ya que debe el Ayuntamiento "adquirir un importante stok (sic) de material desinfectante para ser utilizado por las brigadas sanitarias y a la vez para ponerlo a disposición de los particulares a precio de coste".

Del mismo modo, "comprar dos carros sanitarios para el transporte de ropas y útiles, y para el traslado de los enfermos" y, "por último, para atender a las más perentorias necesidades de los muchísimos enfermos pobres que en Alicante existen, aplicar a este objeto el remanente que resulte verificados los gastos que antes se detallan".