Sofá de una casa de alquiler. EPDA
Cada vez es más habitual vivir de alquiler por diferentes motivos, por lo que la demanda de este tipo de viviendas no ha dejado de crecer en los últimos años. También lo ha hecho la oferta, por lo que es indispensable sacar a relucir los mejores atractivos de nuestra casa para conseguir un contrato lo antes posible.
Uno de los puntos que trataremos será el de los muebles: ¿es mejor dejarlos o alquilar sin amueblar? Sea como fuere, lo más recomendable es buscar trasteros de alquiler en Valencia para todos los enseres y demás que no quiera tu inquilino o que no quieras dejar en la vivienda.
Si tienes una segunda vivienda y quieres sacarle rentabilidad, ponerlo en alquiler es una de las mejores ideas que puedes tener. Pero, según donde vivas, seguro que hay mucha competencia entre la que los usuarios pueden elegir. Dado que el precio o la ubicación son puntos muy sensibles y definitorios, hoy vamos a darte algunas ideas para mejorar las posibilidades de alquilar tu casa.
Revisa la pintura
Y con revisar queremos decir pintar de nuevo. A menos que haga menos de un año que pasaste la brocha por última vez, lo mejor será que entregues el piso recién pintado. Así evitarás las terribles marcas que van acumulándose con el tiempo o las manchas de humedad que pueden aparecer en algunas esquinas y techos.
Elige colores claros, principalmente el blanco, y así darás más amplitud a los espacios de tu casa. Las paredes de este color favorecen los puntos de luz y tanto la luz natural como la artificial darán un aspecto más acogedor a la vivienda. Usa, cuando sea necesario, pintura antihumedad y trata de homogeneizar todas las estancias con un mismo estilo.
Pon atención a los suelos
Al igual que con la pintura, el suelo es algo de lo que no va a querer encargarse ningún inquilino en cuanto entre a vivir en una casa. Por ahí pasarán los días de su vida cotidiana y será la base de su futuro hogar, por lo que intenta que estén en las mejores condiciones. No tengas miedo en invertir algo de dinero en un aspecto clave para tu futuro arrendatario.
Trata de mejorar su aspecto lustrando o reparando los posibles desperfectos. Nosotros te recomendamos la madera y sus derivados, y hacerles una renovación no sería mala idea. Si, por el contrario, tienes baldosas u otros materiales, revisa que todo esté perfecto, no falte ninguna ni estén rotas.
Decide qué hacer con los muebles
Como comentábamos al principio, una de las cosas que puedes hacer es ofrecer tu vivienda sin ningún tipo de mueble. Asegúrate de que tus posibles inquilinos estén de acuerdo con esto, y luego vende los que no necesites o guárdalos en un trastero para recuperarlos cuando el arrendatario termine su contrato.
Si lo vas a publicar amueblado, trata de ser lo más neutro posible. Opta por muebles modernos y que no tengan un estilo predefinido, así podrán combinarse con lo que más le gusta a quien llegue. También te recomendamos que no sobrecargues cada habitación, y que sea el propio inquilino el que decida cómo distribuir el espacio de la casa.
Da de alta a todos los suministros
A todos nos gusta llegar a un sitio y que todo esté en funcionamiento. Por lo tanto, es importante que des de alta a los servicios de luz, agua y gas para que pueda vivir cómodamente desde el primer minuto. Otros servicios como internet no son imprescindibles, pero son un plus para cualquiera.
Tampoco te olvides de, por ejemplo, lámparas o fontanería que no funcione bien. De poco sirve tener agua corriente si un grifo gotea constantemente. Tanto estos arreglos como la activación de los suministros pueden suponerte una primera inversión importante, pero serán claves para encontrar inquilino mucho más fácilmente.
Utiliza trucos de decoración
Busca diferentes trucos de decoración para hacer tu casa más llamativa o más espaciosa. Por ejemplo, favorece el paso de la luz natural con cortinas ligeras y de color claro (o, directamente, ¡sin cortinas!). O trata de retirar todo lo innecesario del baño o el salón, deja espacio a la imaginación del cliente.
Como ya te hemos dicho, apuesta por unos pocos muebles con varias funciones, invierte un poco en la cocina y su pulcritud o cambia esos armarios que ya no se llevan. Apuesta por algunos cuadros sencillos y con colores planos, que sean sencillos de quitar si el inquilino quiere cambiarlo en algún momento.
Mantén el lugar limpio
Cerramos con el consejo que puede parecer más obvio, pero que a veces olvidamos por eso mismo. Cuando un posible inquilino visita tu casa, quiere imaginarse viviendo allí y sintiéndose feliz y cómodo. La primera impresión es muy importante, por lo que debemos mantener una limpieza y un orden superior.
Evita que se vea polvo en los muebles, ventila bien desde los días previos para que no haya concentración de humedad, presta atención al cuarto de baño… Revisa todos los detalles varias veces por semana mientras esté publicado, y no dejes que se acumule suciedad en ningún rincón. Así conseguirás alquilar tu piso en un periquete.
Hasta aquí los consejos que podemos darte para que el alquiler de tu vivienda no se demore en exceso. Piensa en la cantidad de posibles inquilinos que existen ahí fuera, y trata de estar disponible para todos sin marcar un estilo concreto. Sigue estas sencillas pautas y antes de que te des cuenta tendrás los primeros solicitantes visitando la casa.
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