Un coche de la Policía Nacional en una imagen facilitada por el cuerpo. /EPDA La Audiencia de Castellón ha condenado a un hombre a 9 meses de prisión y 120 días de trabajos en beneficio de la comunidad tras acosar, vigilar a su mujer, con la que ya no residía porque se habían separado, y acceder a la fuerza al domicilio de esta y agredir a un compañero de la víctima que estaba cenando con ella.
Según la sentencia hecha pública este viernes, los hechos comenzaron en marzo de 2019; la mujer del acusado le comunicó su deseo de separarse, y, aunque este accedió a abandonar el domicilio en el que ambos vivían con su hija menor de edad, no aceptó la decisión.
A partir de ese momento comenzó a efectuar múltiples llamadas a su esposa, pidiéndole explicaciones sobre lo que hacía o dónde estaba, controlaba sus desplazamientos, vigilaba en los alrededores de su domicilio y controlaba sus movimientos con diversas aplicaciones telemáticas "con el fin de alterar su tranquilidad, paz y sosiego".
El 12 de diciembre de 2020, la mujer invitó a cenar a un compañero de trabajo, y el acusado, a las 23.30 horas, "comenzó a aporrear la puerta y a gritar que le abrieran porque sabía que estaba en casa"; ella se acercó a la puerta y vio cómo su marido introducía una tarjeta por el marco de la puerta y aunque intentó pararlo empujando la puerta, finalmente entró en la vivienda.
Una vez en el interior, el acusado recorrió distintas habitaciones hasta que encontró al compañero de su mujer en la cocina. Le insultó y comenzó a propinarle puñetazos, golpes y patadas en diversas partes del cuerpo, empujó a su mujer, que intentó pararle, y siguió agrediendo al hombre hasta que este pudo zafarse y salir del domicilio.
La mujer sufrió lesiones que tardaron en sanar 41 días -aunque no reclama por estos hechos- mientras que el hombre sufrió diferentes lesiones y fracturas, precisó puntos de sutura y tardó 21 días en sanar, con un perjuicio estético moderado como secuela.
El atacante, que denunció por agresión al compañero de su mujer, sufrió lesiones en dedos y tobillo, y tardó en sanar 45 días sin que consten secuelas.
Estos hechos, según el tribunal, son constitutivos de un delito continuado de coacciones, un delito de allanamiento de morada, un delito de maltrato-violencia de género y un delito de lesiones.
En total, se le impone al acusado una pena de 9 meses de prisión, 120 días de trabajos en beneficio de la comunidad, dos años y medio de alejamiento de la víctima y una indemnización al compañero de su mujer de 2.040 euros.
Asimismo, absuelve al compañero de la mujer del delito de lesiones del que había sido denunciado por el acusado.
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