Coche de Policía Nacional. Archivo/EPDA Un hombre de 40 años ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a un total de nueve años y medio de prisión como responsable de un delito de robo con violencia, otro de agresión sexual y otro de estafa, después de asaltar a una joven en el portal de su domicilio para robarle y someterla a tocamientos con la intención de forzarla sexualmente.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar a la 1.20 horas de la madrugada del 6 de septiembre de 2020 cuando la joven, de 28 años, trataba de acceder a su domicilio, en el barrio de Oliveretes de la ciudad de Alicante.
En ese momento, el ahora condenado la abordó por sorpresa, armado con un cuchillo, que colocó en el vientre de la chica. La joven, atemorizada, le entregó su cartera, que contenía 100 euros en metálico, además de una tarjeta de crédito pero el procesado no cesó en su actitud y después de guardar la cartera, la arrinconó contra un vehículo mientras seguía amenazándola con el cuchillo, y comenzó a tocarle las piernas y los muslos mientras abusaba de ella.
La joven cayó al suelo y aprovechó la oportunidad para gritar y pedir auxilio, lo que provocó que el acusado emprendiese la huida al advertir la presencia de una persona en las proximidades.
Esa misma noche, el acusado y un compañero, también condenado por estafa, usaron la tarjeta de crédito sustraída a la joven para tratar de efectuar distintas compras en establecimientos comerciales situados en el barrio de Campomor.
No obstante, según la sentencia, no pudieron consumar ninguna adquisición más allá del valor de 19,40 euros al desconocer el número PIN.
El procesado negó los hechos que se le atribuían en el momento del juicio, celebrado el pasado 4 de mayo. Sin embargo, el tribunal de la Sección Segunda confiere credibilidad al relato ofrecido por la víctima tras constatar que no podía estar inspirado en la voluntad de causar perjuicio al acusado, puesto que no lo conocía con anterioridad.
De igual modo, la sentencia subraya que el segundo de los acusados en el proceso sí reconoció que había tratado de hacer uso de la tarjeta de crédito sustraída por el principal procesado.
Por todo ello, el tribunal impone al acusado la pena de cuatro años de prisión por el delito de robo con violencia e intimidación y otros cinco años por el delito de agresión sexual, además de pena de multa por un delito continuado leve de estafa. Al tiempo, establece que deberá indemnizar a la víctima con la suma de 6.000 euros por los daños morales ocasionados.
Por último, también condena al segundo procesado a una pena de dos meses de multa como responsable de un delito continuado leve de estafa.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia