Ana María Quesada. / EPDA Esta semana presentábamos una nueva campaña desde Comercio y Mercados enlazándola con la celebración del 9 de octubre.
Hemos querido plasmar en ella sentimientos y pasiones, tradiciones e historia, nuestra cultura y su relación con la artesanía de nuestras pastelerías y confiterías, con las delicias de la “mocaorà”. También con Sant Dionís, y el deseo de mostrar a nuestra amada y a nuestra madre nuestro amor. Y trayéndolo a la actualidad, con aquellas personas a la que queremos. Y si la acompañamos de un pequeño detalle, ya sea un libro, un complemento, un capricho que sabemos que desea, hagamos “el regalo más dulce”.
Con nuestras campañas, y esta no es una excepción, no pretendemos fomentar el consumismo. Va más allá. Pretendemos recordarnos que somos un todo y que si queremos hacer una compra, un regalo, invirtamos ese dinero que tanto nos cuesta ganar en nosotros y nosotras mismas, en nuestros comercios, en nuestra ciudad. Somos casi 70.000 habitantes y en nuestras manos tenemos el poder de decidir dónde comprar.
En la presentación en rueda de prensa, en un Salón de Plenos en el que se respiran todas las decisiones que se han tomado en él, tantas vivencias y reivindicaciones, tantos momentos históricos, un espacio único, se habló de amor, por quienes queremos pero también por lo que somos y por lo que hacemos. Se habló de la necesidad de trabajar en común, del deseo que llevar adelante propuestas relacionadas con el comercio tradicional, del inevitable y necesario avance en los servicios que ofrecemos, de cómo adaptarnos a la evolución de la sociedad.
Mi visión del Comercio, y de la vida en general, aúna esfuerzos individuales. Busca crear sinergias, puntos de encuentro. Considero, con toda la firmeza que me da la confianza en las ideas colectivas, que hemos de avanzar en unidad, que se llega más lejos uniendo personas y entidades alrededor de un pensamiento colectivo. En este caso, el deseo de seguir siendo una ciudad comercial en todos los sentidos.
Ayer me emocionó mi Alcalde. Hablaba desde el convencimiento de la necesidad de recuperar tantos sentimientos y sensaciones perdidas o dejadas a un lado durante el confinamiento y todos estos meses tan, tan duros que hemos tenido que vivir. No voy a negar que no soy completamente objetiva, pero recomiendo escuchar la rueda de prensa del martes día 5. Las palabras utilizadas por tantas personas como intervinieron iban dirigidas a lo mismo: el deseo de sentir que no estamos solas en nuestras luchas particulares.
El Ayuntamiento ha de ser motor, y ese es el reto que asumimos, pero no hay nada que pueda detener a una sociedad que se une para ser mejor, para defender nuestros ideales de convivencia y de futuro.
Como vengo repitiendo en una frase que ya casi es un lema: “Comprando en el comercio local, hacemos grande nuestra ciudad”.
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