Audiencia Provincial de Alicante./EPDAUn hombre ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a cinco años de cárcel por violar a una joven que se encontraba en estado de embriaguez, después de haber participado en una cena de empresa con motivo de las navidades de 2018.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 16 de diciembre de ese año en la vivienda del encausado, situada en una urbanización del municipio alicantino de Mutxamel.
La sentencia, dictada por un tribunal de la Sección Tercera, considera probado que el acusado y la víctima estuvieron presentes en la cena organizada por la empresa en que ella trabajaba y a la que él había acudido al ser el responsable de otra firma con la que mantenía una relación comercial.
Al término del evento, celebrado en un céntrico restaurante de Alicante, todos los participantes acudieron a varios locales de ocio donde permanecieron tomando copas hasta la madrugada.
Al ver que la joven y su hermanastro se hallaban en estado de embriaguez, el procesado se ofreció a llevarlos en su coche hasta sus respectivos domicilios. Primero dejó al varón y, al ver que la chica se había quedado dormida, la trasladó hasta su propia casa.
Una vez allí, la joven se encontró desorientada y se tumbó sobre la cama de una habitación donde volvió a quedarse dormida. Entonces, según la resolución judicial, el encausado le quitó la ropa y la penetró. La víctima recuperó la conciencia y apartó al acusado de un empujón para poder salir del dormitorio mientras le recriminaba el comportamiento entre gritos y llantos. El procesado le dijo que se fuese de su casa y llamó a un taxi.
Fue el taxista quien, al ver el estado de alteración en el que se encontraba la joven, dio aviso a la Policía Local, que, a su vez, dio traslado a la Guardia Civil. Finalmente, agentes del instituto armado condujeron a la víctima hasta un centro hospitalario para que fuese explorada.
El encausado negó la violación en su declaración en el juicio y solo admitió que la condujo hasta la puerta de su propia casa porque ella se había quedado dormida sin decirle dónde vivía. Una vez allí, según manifestó, llamó a un taxi. Además, sobre el hallazgo de restos genéticos suyos en el cuerpo de la víctima, sostuvo que podían deberse a la relación consentida que habría mantenido con ella entre cinco y diez días antes.
No obstante, el tribunal confiere credibilidad al relato de la víctima tras analizar las contradicciones en las que había incurrido el acusado en contraposición a la persistencia en la versión ofrecida por la joven.
Además, la sentencia subraya el testimonio del taxista, quien refirió el estado de alteración en el que se hallaba la joven cuando la recogió. También tiene en cuenta el hallazgo del perfil genético del procesado en el cuerpo de la víctima, así como los informes periciales psicológicos en los que se constataba que sufría de un cuadro de ansiedad.
Al margen de los cinco años de prisión por la violación, la sentencia añade otros ocho años de alejamiento y siete de libertad vigilada. Igualmente, el tribunal establece el pago de una indemnización a la víctima de 15.000 euros.
El fallo es recurrible en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) en el plazo de diez días desde su notificación.
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