Benidorm/EPDA Desde hace décadas Benidorm, capital económica de la comarca alicantina de la Marina Baixa, se ha convertido
en un gran reclamo turístico tanto para españoles como para visitantes internacionales, llenando sus playas y sus calles cada verano. Más que tradicional es la imagen de su playa cada mes de agosto en la que no cabe ni una sola sombrilla en la arena.
El ‘año covid’ ha pasado factura a esta joya de la Costa Blanca y es que el 40% de los hoteles de la ciudad arrastra
un año de cierre sin facturar y solo hay abierto uno de cada diez hoteles a disposición de clientes de empresas. A pesar de ser una de las ciudades más masificadas de España y de Europa, en las fechas estivales los turistas siguen eligiendo esta ciudad para pasar sus merecidas vacaciones. Pero, ¿qué tiene Benidorm que atrae tanto?
Historia
En el año 1953 la máxima referencia en turismo de sol y playa de la Comunitat Valenciana no era más que un pequeño pueblo de pescadores. Para intentar vitalizar la economía del municipio Pedro Zaragoza, miembro de la Falange y alcalde de Benidorm por aquel entonces, decidió viajar en Vespa hasta Madrid para pedirle a Franco que permitiese llevar biquini en la playa y atraer de esta manera a la población extranjera a la localidad. El dictador
aceptó y evitó así que la iglesia se entrometiera en los planes de Zaragoza para conseguir convertir la ciudad de
Benidorm en una referencia turística a nivel internacional.
Junto a la llegada del biquini, la estrategia del alcalde pasaba por un plan urbanístico que convirtió Benidorm en
uno de los destinos predilectos de millones de personas, tanto de dentro como de fuera de nuestras fronteras. Desde
entonces, la ciudad se ha planteado nuevos retos sin cambiar el modelo turístico que tantos éxitos le ha dado, como
son las playas y el ocio nocturno, de los que más adelante hablaremos.
La temperatura de la que goza la localidad gracias a su microclima es uno de los atractivos más repetidos por los turistas para decidirse a pasar sus vacaciones en Benidorm. Además, la ciudad ha sufrido cambios que apenas son perceptibles en los últimos años. Infraestructuras como el Paseo de Poniente son algunas de las novedades de la ciudad, sumado a la construcción de nuevos edificios y el incremento del turismo extranjero.
Atractivos turísticos
Uno de los grandes atractivos turísticos de Benidorm, con permiso de sus playas, es el casco antiguo, situado sobre
la Punta Canfali y núcleo del antiguo pueblo de pescadores. En esta zona se pueden visitar las iglesias de San Jaime
y Santa Ana, la más antigua de la ciudad y en la que se encuentra la imagen de la Virgen del Sufragio.
Benidorm celebra distintos mercadillos que ayudan a los turistas a tomar el pulso a la ciudad y disfrutar de un
ambiente único. Uno de los más famosos es el de Rincón de Loix, situado junto al hotel Pueblo. Este mercadillo es
perfecto para comprar ropa de calidad y productos frescos, además de disponer de un puesto de deliciosos churros.
Otro mercadillo que funciona todo el año es el Foietes, famoso por su puesto de frutas y verduras. También merece la pena visitar el Rastro, con todo tipo de productos de segunda mano y antigüedades.
Otro de los lugares mágicos de Benidorm es el mirador de Sant Jaume, con vistas a la playa de Levante. También es
digna de visitar la Plaza Castelar, que tiene una gran ancla y vistas a la playa de Poniente. La preciosa plaza de Santa Ana está flanqueada por cuatro cañones de hierro que pertenecían al antiguo castillo. Al bajar de la zona del antiguo castillo el mejor plan es acercarse a la plaza de la Señoría, presidida por el monumento a los marinos muertos en el mar, y perderse por los callejones del barrio antiguo como el Costera del Barco, hasta llegar a la calle Alameda.
El Balcón del Mediterráneo, al que se llega por una bonita escalinata desde la plaza del Castillo, es uno de los lugares más bonitos que ver en Benidorm. La construcción está realizada en piedra blanca y está situada sobre un pequeño acantilado rocoso que separa las playas de Poniente y Levante.
Para tener una panorámica perfecta de Benidorm hay que subir hasta el Mirador de la Cruz, situado a 217 metros
de altura, en el punto más alto del Parque Natural de Serra Gelada. Este lugar ofrece una vista espectacular de la ciudad, la costa y las montañas, sobre todo durante el atardecer.
Playas
A todo el mundo le gustan las playas de Benidorm, y es que son el lugar idóneo en el que darse un refrescante chapuzón cuando el sol y el calor veraniegos aprietan. Las más cercanas al centro son las amplias playas de arena fina y dorada de Levante y Poniente, situadas a ambos lados de la Punta Canfali. Entre las dos playas se encuentra la preciosa cala de Mal Pas, aunque para encontrar tranquilidad es más recomendable la cala del Tío Ximo y la cala Almadraba, situadas en el norte y perfectas para practicar snorkel.
Además, Benidorm nos ofrece la oportunidad de descubrir sus montañas y sus rutas por los acantilados de la Serra
Gelada. Tres son las rutas que se pueden hacer: la Punta del Cavall, asfaltada y sin apenas cuestas; la Ruta del Faro
de Albir, ideal para sesiones de running, paseo o bici y la Ruta de la Sierra Helada, que recorre la sierra de un extremo a otro.
Gastronomía
La riqueza y variedad de la gastronomía de Benidorm se debe a las buenas influencias que los antepasados y otras
civilizaciones han depositado en el recetario local.
La cocina internacional, las tradiciones culinarias heredadas de los árabes, el legado de los marinos mercantes,
la cocina típica de los pescadores y la multiculturalidad ofrecen como resultado un extraordinario listado de especialidades.
El arroz caldoso de salmonetes y calabaza, la cazuela de pescado al estilo pobre, el arroz de boquerones con
espinacas y el pebrot son algunos de sus platos típicos. Si hay un plato que destaca por encima del resto, es la exquisita paella que ofrecen algunos restaurantes situados en el centro histórico. En repostería, destaca la coca rellena, los pastelitos de boniato y el bollo de San Blas.
Benidorm también ofrece la posibilidad de ir de tapas, con una gran oferta de bares, cervecerías y locales de tapas y pinchos que pueden ser regados con un buen vino.
Excursiones
Desde Benidorm también se pueden hacer excursiones a algunos de los lugares más cercanos a la ciudad y que
merecen ser visitados.
Uno de ellos es Guadalest, un pequeño pueblo medieval lleno de encanto en el que destaca un antiguo castillo situado sobre una gran roca. Otro municipio cercano que se debe visitar es Calpe, uno de los pueblos más bonitos
de la Costa Blanca y que maravilla a propios y extraños por sus playas y calas, las ruinas medievales y romanas,
las salinas y su icónico Peñón de Ifach.
Altea es una localidad a la que se puede ir de excursión desde Benidorm. Este municipio costero enamora a
primera vista por su casco antiguo lleno de casas con fachadas blancas y callejones estrechos que conducen a su
imponente iglesia de Nuestra Señora del Consuelo.
Villajoyosa, capital de la comarca de la Marina Baixa, atrae por estar salpicado de pintorescas casas de coloridas fachadas. En este antiguo pueblo marinero se celebra la popular fiesta de Moros y Cristianos.
Ocio nocturno
Además de playa y sol, sus visitantes pueden disfrutar en Benidorm de su animada vida nocturna. La oferta
de ocio nocturno en la ciudad es interminable, desde grandes discotecas, pubs ingleses, locales de moda para
tomar una copa, hasta calles del centro histórico donde tomar la primera cerveza de la noche.
La gran esperanza
El Covid19 nos ha cambiado a todos la vida y ha alterado nuestras costumbres diarias impidiéndonos, entre otras
cosas, hacer algo tan necesario y enriquecedor como viajar. Ojalá que pronto, ya vacunados, tanto españoles
como turistas extranjeros puedan disfrutar de nuevo de Benidorm y de toda la Costa Blanca.
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