El ex gerente de la empresa pública Imelsa Marcos Benavent. /EPDA El exgerente de la empresa pública de la Diputación de Valencia Imelsa y autodenominado "yonqui del dinero", Marcos Benavent, ha asegurado este jueves que su exsuegro, Mariano López, reveló las grabaciones que efectuó durante años a sus superiores cuando Imelsa amenazó a Servimun con rescindir el contrato de atención telefónica que tenía adjudicado.
La Fiscalía Anticorrupción sostiene que el exsuegro de Benavent actuó como intermediario ante la Diputación de Valencia para que Servimun fuese empresa adjudicataria de un servicio de atención telefónica, todo ello a cambio de comisiones.
El autodenominado 'yonqui del dinero' ha declarado como acusado en el tercer juicio del caso Imelsa, sobre la supuesta adjudicación irregular de los citados servicios de atención telefónica de la Corporación provincial, unos hechos por los que se enfrenta a una posible condena de cuatro años y medio de prisión.
Al igual que el resto de procesados, Benavent ha rechazado responder a las preguntas del Ministerio Público.
En respuesta a preguntas del letrado de Alfonso Rus ha asegurado que el que fue presidente de la Corporación provincial no tuvo intervención alguna en la adjudicación, y que si en anteriores ocasiones dijo que sí fue por "la intención de mi anterior defensa de perjudicar a la mayor gente posible, al PP, a Rus y a todo el mundo".
"Yo no tuve nada que ver en ese contrato. Fue una encomienda de gestión formulada por la Diputación, que se aprobó en el pleno por todos los diputados salvo por Rosa Pérez (IU). El consejero delegado de Imelsa convocó la mesa, sus miembros, todo el proceso de adjudicación... todo era competencia de Rafael Vera", ha insistido Benavent.
Según ha asegurado, una vez adjudicado el servicio a Servimun, se detectaron deficiencias en la atención telefónica. "María Escrihuela -jefa de Recursos Humanos de Imelsa- me informó. Eso creó tensión porque pedimos informes externos y se pusieron sobre el tema los servicios jurídicos e informáticos", ha agregado.
Imelsa, según ha asegurado su exgerente, pidió a Servimun que subsanara las deficiencias detectadas, e incluso se planteó rescindir el contrato, pero "este señor -su exsuegro- se volvió loco con lo que pedimos, se lo tomó como algo personal y sin mi permiso, sin mi consentimiento, cogió las grabaciones y se las llevó a Rosa Pérez".
"La relación con Mariano López no existía, la separación de mi exmujer, fue normal, no hubo tensión, pero quizá este señor, al ver que se le podía desmontar lo que tenía montado, tiró por la calle del medio y llevó las grabaciones, que no me dejó recoger, a Rosa Pérez", ha añadido.
En otro punto de la declaración, Benavent ha vuelto a hacer mención al "registro ilegal del despacho de mi exabogado", un asunto que se presume trascendental en la causa judicial que afecta al exministro Eduardo Zaplana, porque fue en esta inspección donde se hallaron documentos que dieron pie a su procesamiento.
El fiscal, a efectos de contradicción, ha pedido que se leyesen en la sala cinco declaraciones realizadas en sede judicial por Benavent entre 2015 y 2016, en las que habló abiertamente del amaño del contrato de Servimun y de la implicación de sus superiores, de su exsuegro y de los funcionarios procesados.
También ha declarado en calidad de investigado este jueves el jefe del servicio de gestión tributaria de la Diputación, un funcionario con 40 años de experiencia en la Corporación provincial que está acusado de haber formado parte supuestamente de esta trama corrupta.
Como el resto de procesados, ha optado por responder únicamente a las preguntas de su letrado, y ha explicado que no ha ocupado nunca ningún cargo en Imelsa o Servimun, a cuyo propietario conocía porque "trabajó en Imelsa con una encomienda de gestión en materia catastral y tributaria, pero no tenía amistad con él".
Ha explicado que las facturas que llegaban de Servimun las firmaba él en calidad de receptor del servicio, todo ello a pesar de que se opuso por escrito ante el consejero delegado de Imelsa cuando se le nombró responsable de ese contrato.
"Me llegó una resolución en la que se me nombraba responsable de ese contrato, fui a hablar con él -Rafael Vera, consejero delegado de Imelsa-, le insistí en que no era mi competencia, ya que yo no trabajaba en Imelsa, y me respondió que se lo habían mandado desde arriba, me dijo que fue Emilio Llopis -entonces jefe de gabinete de Alfonso Rus-. Tras esto redacté un informe -que se ha exhibido en el juicio- donde puse por escrito lo mismo que le había dicho verbalmente al consejero delegado de Imelsa, advertí posibles irregularidades, pero no me respondió nadie", ha agregado.
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