El oncólogo Andrés Cervantes, elegido presidente de la Sociedad Europea de Oncología (ESMO). EFE/ Ana Escobar/Archivo
El director científico del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico de València, Andrés Cervantes, es desde este mes de enero el nuevo presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) para los próximos dos años.
ESMO, sociedad científica europea de referencia en el campo de la oncología médica, agrupa a cerca de 30.000 profesionales de este ámbito de la salud de todo el mundo y sus áreas de actuación son la educación de los profesionales sanitarios, la difusión del conocimiento científico entre sus miembros y la promoción de políticas públicas que faciliten la equidad y sostenibilidad de los tratamientos contra el cáncer en el ámbito europeo e internacional.
La trayectoria del doctor Cervantes en ESMO a lo largo de casi 24 años, en distintas estructuras y comités, le ha permitido tener una visión global de la sociedad. Desde 1999 ha sido miembro del Comité de Educación y durante seis años ha presidido el grupo de Guías Clínicas. Además, ha sido presidente del Comité de Educación y, posteriormente, director de Educación en la Junta Ejecutiva de ESMO.
Sus objetivos al frente de ESMO serán garantizar el acceso igualitario al diagnóstico y tratamiento del cáncer a través de la sanidad pública; intensificar las actividades educativas y de diseminación; y convertir la entidad en una gran comunidad profesional global, incrementando el número de miembros y su expansión internacional.
Además, la actividad de ESMO estará alineada con el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, impulsado en 2021 por la Comisión Europea con una financiación de 4.000 millones de euros, que establece la estrategia a seguir en este ámbito hasta 2025.
Esta estrategia se centra en la prevención, ya que el 40 % de los casos de cáncer se pueden prevenir (mediante la reducción del consumo de tabaco y alcohol, la promoción de hábitos saludables y la disminución de la polución atmosférica); y la detección temprana del cáncer.
También el acceso igualitario a una atención, diagnóstico y tratamiento del cáncer de alta calidad, a los medicamentos y a la misma esperanza de supervivencia, independientemente del país; y la mejora de la calidad de vida de pacientes con cáncer y supervivientes de cáncer.
Según Cervantes, desde 1989 hasta 2023, todos los avances en prevención, diagnóstico temprano y tratamiento han evitado en la Unión Europea (UE) 5,9 millones de muertes por cáncer y el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer pretende rebajar un 35 % más esa mortalidad en 2035.
Aunque las cifras muestran una evolución muy positiva en el tratamiento del cáncer, “en 2023 se estima que en la UE habrá más de 1,2 millones de muertes por cáncer, una cifra de mortalidad muy elevada, y hay aún mucha heterogeneidad en toda Europa”, subraya.
Añade que la disminución de la mortalidad ha sido general en los países de la UE en todos los tumores excepto en cáncer de páncreas, en ambos sexos; y en cáncer de pulmón, en la mujer.
"Los principales retos en oncología en los próximos años se centrarán en mejorar la supervivencia en todos los tipos de cáncer facilitando el acceso igualitario a todos los pacientes en todos los países”, afirma.
En este sentido, se refiere a programas que desarrolla la UE, como los de screening para cáncer de mama, cuello uterino y cáncer colorrectal, con la pretensión de que tengan un carácter universal en 2025, y su extensión a otros tumores, como pulmón, próstata y, en algunas circunstancias, cáncer gástrico.
El oncólogo incide en la necesidad de un abordaje global del cáncer, “que no solo requiere investigar y atender pacientes, porque no se puede obviar el impacto social de esta enfermedad”.
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