El suceso mortal, que quedó grabado por las cámaras de vigilancia de la comunidad de vecinos, se produjo en torno a las 13:40 horas del 27 de mayo de 2021. EFE/Policía Nacional
Un hombre colombiano de 26 años acusado de matar a puñaladas a otro hombre tras una disputa por una deuda de 80 euros en el municipio de La Vila Joiosa ha negado este lunes que tuviese intención de causarle la muerte y que solo actuó para defenderse y para que no le matasen a él.
"En ese momento, yo solo pensé que me mataba y en que tenía un hijo pequeño, y no pensaba en nada más", ha declarado este lunes durante su declaración en el juicio celebrado ante el Tribunal del Jurado en la Audiencia de Alicante.
El suceso mortal, que quedó grabado por las cámaras de vigilancia de la comunidad de vecinos, se produjo en torno a las 13:40 horas del 27 de mayo de 2021 en el portal del bloque de viviendas en el que vivía el acusado, días después de que él y la víctima mantuviesen una discusión por una deuda de 80 euros que el acusado debía abonar a la víctima como pago por la entrega de dos gramos de cocaína, según se ha puesto de manifiesto durante el juicio.
Esa disputa se prolongó, después, a través de WhatsApp, en las que el acusado emplazaba a su contrincante a resolver sus diferencias personalmente en una pelea.
La Fiscalía sostiene, en su escrito de calificación inicial, que, después de varios mensajes escritos y a través de grabaciones de audio -reproducidos durante la vista oral-, ese encuentro se produjo en el portal del edificio en el que residía el acusado y que éste había acudido al encuentro del ahora fallecido portando un cuchillo de ocho centímetros de hoja oculto.
Una vez iniciada la pelea entre ambos, en la que el ahora fallecido también portaba un cuchillo de grandes dimensiones, el acusado arrinconó a su contrincante en el hueco del ascensor en un pasillo en el que no tenía salida y aprovechó su caída para colocarse sobre él y asestarle hasta seis puñaladas en el pecho que acabaron ocasionándole la muerte.
Sin embargo, el acusado -que se había negado a prestar declaración hasta ahora durante la fase de instrucción- ha negado esa versión de los hechos y ha sostenido que solo actuó para defenderse, puesto que su contrincante le había asestado "varios machetazos con la catana que portaba" y con la que le "perseguía".
Así, ha sostenido que, después de tratar de huir de él y de haber recibido un machetazo en la cabeza y varios en la espalda, llegó hasta el rellano del ascensor, donde continuó parando los golpes de machete con sus manos, ha defendido.
Según ha manifestado, fue entonces cuando empujó a su contrincante, que cayó al resbalar con la sangre y que se puso sobre él “porque seguía lanzándome machetazos desde el suelo” para acabar clavándole el cuchillo de cocina que llevaba con él.
"Yo entonces no pensé en nada más, solo que me mataba", ha explicado como justificación de su actuación y ha dicho que no pensó en huir “porque no podía, porque seguía lanzándome machetazos”.
Además, ha dicho que el ahora fallecido le apartó lanzándole con las piernas y que cuando pudo zafarse, intentó coger su móvil para llamar a una ambulancia, pero como no pudo, se lo dio "a una señora para que llamase ella", ha asegurado.
Sobre los mensajes amenazantes en los que retaba a la víctima, ha asegurado que eran una respuesta a los mensajes previos, en los que le decía que le "iba a dar una paliza con su grupo de amigos", mientras que él le "contestaba, aun teniéndole miedo, para que creyese que no se lo tenía y que me respetase", ha explicado.
La Fiscalía solicita inicialmente para el acusado una pena de 12 años de prisión por el delito de homicidio, además de otros dos años de privación de libertad por un delito de tráfico de estupefacientes, puesto que, en el registro del domicilio en el que residía, se encontraron distintas cantidades de hachís y marihuana supuestamente destinada para su distribución a terceros.
La acusación pública solicita también que el encausado indemnice a la madre del fallecido en la cantidad de 75.000 euros, a los que añade otros 20.000 euros de indemnización para su hermana.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por la madre del fallecido, eleva su petición hasta los 15 años por el delito de homicidio, y mantiene la solicitud de otros dos años por el delito de tráfico de drogas.
Por último, la defensa demanda la libre absolución del procesado al mantener que no hubo homicidio en la medida en que éste no actuó con la intención de matar, sino de defenderse frente a las agresiones del ahora fallecido.
Así, plantea que se conceda al encausado la eximente completa de legítima defensa. Y, además, también niega que el procesado fuese autor de un delito de tráfico de drogas, ya que la droga intervenida no se encontraba en las dependencias de la vivienda que él ocupaba y que tampoco había quedado acreditado que fuesen destinadas a la venta a terceros.
El juicio prosigue en varias sesiones previstas hasta el próximo jueves, 2 de febrero.
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