Adrián Cobos junto a José Ortega "manzanita" grabando el single del nuevo trabajo discográfico. EPDA.
Adrián Cobos en una entrevista. EPDA. A pocas semanas de acabar el año, es posible que muchos se sientan obligados a mirar atrás, para ver todo lo que se ha construido―o destruido― en este periodo. Es inevitable que 2020 se convierta en uno de los años más recordados, como el año que, en cierta manera, nos cambió. Eso sí, no cambiaron otras muchas cosas, como puede ser la necesidad de acompañar muchas horas muertas escuchando música. Ya sea por las ganas de que termine el año o por el hecho de compartir los gustos, a principios de semana las redes se han llenado, precisamente, con esos recuerdos musicales de muchas canciones y nuevos artistas.
Adrián Cobos, cantaor flamenco, ha sido uno de esos artistas que se ha presentado en el panorama musical con muchas ganas de crear. Tras cuatro años como manager de varios artistas, decidió lanzarse al mundo del espectáculo para verlo todo desde la otra parte. En su primer disco, Aprende a Soñar, ha puesto en práctica lo aprendido desde su infancia al lado de su tío abuelo, el guitarrista El Niño Miguel y su tío, que pertenecía al grupo Soles Reales. A sus 32 años, Adrián Cobos tiene ganas de crear y de seguir “pa’ lante”, pese a las circunstancias.
Tiene claro que en el mundo de la música siempre hay altibajos: “Habrá momentos de gloria y otros de tempestades”. Pero anima a cualquiera que quiera dedicarse a la canción a seguir adelante, aunque es partidario de que los cantantes empiecen a crear y dejen de lado las imitaciones para lograr ser auténticos. “Se tienen que dar a conocer por sus canciones, no por cantar las de otros”, añade. Cobos ha compuesto canciones junto a otros artistas como José Soto Cortes, El Tijeritas, que se ha incluido en su último álbum, Tiempo al tiempo, con un flamenco mucho más sencillo y romántico, volviendo a los orígenes.
Cobos defiende la necesidad de respetar la raíz del flamenco y, aunque no le gusta criticar a otros artistas que realizan una fusión de géneros ―como Rosalía―, señala que en realidad “los oyentes tienen el veredicto final” de estas innovaciones. Aunque piensa que estos géneros son compatibles, matiza que un cantante de reggaetón no debería intentar hacer flamenco puro: “Para mí es como una religión, o lo sientes o mejor no lo hagas”.
Pese a las ganas, el coronavirus ha frustrado parte de su trabajo, como a muchos otros artistas. Tanto es así que, pese a los intentos de promocionar la cultura como un espacio seguro, gran parte de los artistas han ido cancelando conciertos a medida que pasaban los meses. “No podemos atrevernos ni a sacar canciones nuevas, porque nos exponemos a perder dinero. Espero que se pueda solucionar, porque el mundo de la cultura está pasando por tiempos difíciles”, lamenta.
El 16 de diciembre, no obstante, tiene una cita en Castelló para promocionar su último disco, y se encontrará en la televisión de la ciudad al día siguiente, en un intento de seguir adelante. “Hice un par de conciertos, pero sobre todo he intentado promocionar mi música por todos los medios. Hay que seguir pa’ lante, porque si no, esto se apaga y no hacemos nada”, cuenta. Así, entre sus expectativas se encuentran visitar las grandes ciudades a partir del año nuevo, como Madrid, Barcelona, València y Bilbao.
Para el cantante, lo más duro de estos meses ha sido no poder hacer un concierto “como dios manda”, por el poco trato con el público, parte fundamental de la recompensa del artista. Para Adrián Cobos ha sido extraño “no poder dar besos ni abrazos”, pero insiste en la necesidad de “resistir y pensar en positivo” pese a los obstáculos que se presenten en el camino.
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