Entre la población general hay constantes críticas a la actual
forma de vivir, basada principalmente en la productividad. Estas
quejas se pueden deber principalmente que no estamos hechos para
soportar tantas actividades al día sin necesidad de descansar, y por
ello muchas veces el cuerpo humano busca cómo poder mejorar su
bienestar tanto mental como físico. Está claro que, si el tiempo no
fuese finito, se podría solucionar este problema en un abrir y
cerrar de ojos, pero al no ser el caso es muy importante tener en
cuenta una serie de actividades diarias que no ocupan mucho tiempo ni
esfuerzo y con las cuales se puede llegar a alcanzar en mayor o menor
medida una mejora en el bienestar cotidiano.
No importa en qué etapa de la vida te encuentres, desde los
inicios de la raza humana, siempre se ha necesitado estar en contacto
con la naturaleza, y hoy en día al ser menos accesible se ha
notado una clara relación entre estar en contacto con la naturaleza
y una salud mental y física óptima. Hay estudios que demuestran
que, con tan solo dar un paseo ocasional por un área verde, ya es
más que suficiente para que los efectos positivos afecten a nuestro
bienestar. Por ello, si bien es más complicado, una de las
actividades que puede mejorar tu bienestar general puede ser hacer un
esfuerzo de vez en cuando y acercarte a la naturaleza o incluso
acercar la naturaleza a tu hogar, por ejemplo, empezando a cuidar
plantas dentro de casa.
Una de las actividades que nos benefician notablemente es jugar,
aunque pueda parecer cosa exclusiva de niños, también los adultos
pueden disfrutar de juegos muy entretenidos que ayudarán tanto a
mejorar capacidades cognitivas, como a pasar un buen rato y liberar
hormonas de la felicidad. Tras el entrenamiento mental, como una
partida de ajedrez o de póker, es necesario descansar
lo máximo posible y seguir un horario decente de descanso.
En relación con lo anterior, una de las claves básicas para
mejorar el bienestar es descansar. Puede parecer muy obvio, pero, sin
embargo, este pequeño paso de nuestra vida diaria nos lo saltamos al
no considerarlo tan importante y relevante dentro de una rutina
basada en la productividad. Pues bien, una rutina saludable debe
equilibrar una parte de actividad de trabajo junto con descansos para
recuperar energía y llegar a ser más eficiente en las próximas
tareas. Un buen descanso no puede verse logrado si no llegamos a
desconectar del todo, y con eso también incluye un descanso del
dispositivo móvil. Hoy en día se vive pegados al móvil y aunque en
muchas ocasiones se presenta como útil, si queremos descansar
eficazmente, este no tiene lugar en nuestra rutina de desconexión.
Otra de las acciones diarias que pueden mejorar nuestro bienestar
es cuidar
la salud física. Aunque pueda parecer de nuevo obvio, centrarse
en el bienestar físico también repercute en nuestra salud mental y
por tanto en nuestro bienestar diario. Es un ciclo sin fin, si
cuidamos nuestra alimentación y nos mantenemos diariamente activos
practicando algún ejercicio físico, nos vemos mejor y aumenta
nuestra energía, lo cual desencadena en que nuestro bienestar mejora
considerablemente y debido a esto queremos continuar cuidando nuestra
salud física y así cíclicamente. Además, aunque pueda parecer
contraproducente, todas las actividades que se han mencionado
anteriormente se pueden hacer a la vez y así ahorrar un tiempo tan
preciado que igual preferimos invertir en otras cosas de mayor
importancia.
En definitiva, la importancia de mantenernos saludables y lo que
es más importante, de mantener nuestro bienestar siempre lo mejor
posible, se hace de notar. Mejorando nuestro bienestar con una serie
de pequeños actos sencillos del día al día veremos cómo poco a
poco todo se alinea y mejora por momentos. Y lo mejor es que nunca es
tarde para retomar o empezar de nuevo estos hábitos diarios que
tanto nos pueden beneficiar.
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