Artemio Almonacid No se trata de un objetivo para obtener un
trofeo en el ámbito futbolístico, sino de algo mucho más serio, y que
concierne, junto con la sanidad, a lo más importante que puede tener una
sociedad; la Educación. Otra Ley educativa, salida del nuevo cambio de
gobierno. Podemos saber los cambios de gobiernos que ha habido si sabemos el
número de leyes educativas que hemos tenido desde que se instauró la democracia
en nuestro país. La denominación de la misma parece que sea de una hibridación
entre las dos últimas leyes (LOMCE Y LOE): LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación
de la LOE).
La primera semana de marzo se dio luz verde en
el Consejo de Ministros al proyecto de la que será la octava ley de
educación. Y aunque ya se aprobó antes
de las últimas elecciones, el texto no contempla ninguna reforma, pese a los
nuevos socios que forman el nuevo gobierno.
Cabe prever la urgencia en sacar la
nueva ley, ya que no requiere pasar por los órganos consultivos, como en el que
nos concierne a nuestro sindicato, el Consejo Escolar del Estado, y así
acelerar su tramitación en el Congreso. Por lo que, si hay algún cambio, será a
través de enmiendas en el Parlamento o en el Senado, por los partidos
políticos, pero no a través de nuestro sindicato, de no ser que algún partido
político incorpore alguna de nuestras peticiones.
Mal comienzo, al no buscar un
consenso, ya que no se ha tenido en cuenta la valoración de los representantes
de los trabajadores. Hemos perdido pues, nuestra esperanza de alcanzar un Pacto
de Estado por la Educación.
Aunque cada una de las reformas que se van a
contemplar en la octava merecen un extenso artículo aparte, grosso modo hay
tres aspectos generales a tener en cuenta, como es el relativo a aspectos
concretos del profesorado
al no ser nunca elaborado un Estatuto Docente para homologar y prestigiar la
labor docente. Falta de concreción en las medidas de atención a la diversidad y
alumnos con dificultades. Y, por último, que todos los alumnos tengan las mismas
oportunidades y derechos en todo el territorio español, para zanjar las
disputas entre el Ministerio de Educación y las Comunidades Autónomas, como por
ejemplo la homologación de títulos, entre otros.
En todo
caso, son medidas imprecisas y poco concretas, para lo que CSIF ha elaborado,
como viene siendo habitual, un cuaderno con la exposición de todas las medidas
educativas adoptadas.
Estaremos
atentos a la eficacia de la octava, si en el futuro no muy lejano, se van
erradicando los problemas de la educación, como son
los altos niveles de fracaso escolar, el bajo nivel educativo, el alto nivel de
paro juvenil y las importantes diferencias entre Comunidades Autónomas.
Porque, como mencionaba al principio, lo más importante en una
sociedad es la sanidad y la educación, y quizás el huevo sea la educación y la
sanidad la gallina…o al revés.
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