Usuarios de un gimnasio. EFE/Archivo
El propietario de un gimnasio del municipio alicantino de Calp se enfrenta a juicio, este martes, ante un tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante como acusado de causar el incendio del local en el que se encontraba su negocio con la intención de cobrar el importe del seguro.
La Fiscalía solicita para el procesado una pena de dos años y medio de prisión al considerarle responsable de un delito de incendio en bienes propios, en concurso con un delito de estafa en grado de tentativa, además de otro de simulación de delito.
De acuerdo con el escrito de calificación inicial de la acusación pública, el acusado contrató un seguro para el gimnasio en diciembre de 2015, en el que se preveía una indemnización por incendio de 37.000 euros por daños sobre el edificio, así como hasta 250.000 euros por desperfectos en el equipamiento del gimnasio.
Así, según el relato de la Fiscalía, ante la difícil situación económica en la que se hallaba su empresa, el acusado o una persona desconocida a su cargo accedió a las instalaciones del gimnasio en la madrugada del 14 de febrero de 2016 y les prendió fuego.
Con ello, provocó un incendio que afectó tanto al equipamiento del negocio, propiedad del acusado, como al local y otras partes del centro comercial en el que estaba instalado.
Momentos después, el acusado acudió a la Guardia Civil para denunciar que el gimnasio de su propiedad se había quemado en su totalidad, quedando inservible, y aseguró desconocer el origen de las llamas.
La Fiscalía sostiene que el procesado pretendía cobrar la indemnización por incendio que le correspondía, que podía haber alcanzado los 219.600 euros, según la tasación pericial de los desperfectos ocasionados en el equipamiento del gimnasio y los gastos de limpieza y acondicionamiento.
La aseguradora inició los trámites para resarcirle sobre ese daño, hasta que se produjo la detección de irregularidades que dieron lugar a la instrucción de diligencias contra el acusado.
Los daños provocados por el fuego en el centro comercial han sido valorados, además, en 45.675 euros, por los que reclama la compañía propietaria del complejo.
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