Una jueza de Orihuela investiga el sacrificio en una clÃnica
veterinaria de Catral de un perro de dos años a las 24 horas de ser adoptado
por una particular por, supuestamente, haber mordido a otro perro de su nueva
casa.
La jueza ha requerido a la clÃnica que aporte la documentación que justifique
el sacrificio de la mascota, de nombre 'Duque', y que identifique tanto al
profesional veterinario que autorizó la muerte como a la particular que llevó
al animal, han informado a Efe fuentes jurÃdicas.
La decisión se produce a raÃz de una denuncia en el juzgado de guardia oriolano
por un presunto delito de maltrato animal con resultado de muerte presentada
por la Federación de Protección Animal de Alicante (Fedanimal), que agrupa a
varias decenas de asociaciones de defensa de los derechos de los animales de la
provincia.
Fedanimal, que es representada por la abogada Raquel Sánchez Navarro, denunció
el pasado noviembre que Duque era un perro sano, fuerte y de complexión
musculosa de raza 'pastor caucásico' que habÃa sido abandonado por sus dueños
tras un proceso de separación en el que inicialmente se habÃa quedado con la
mujer.
Sin embargo, ésta no lo querÃa y posteriormente una residente europea de Catral
se ofreció como casa de acogida para dar al perro una nueva familia, pese a lo
cual a escasas 24 horas de llevárselo lo sacrificó en una clÃnica veterinaria
de la población "sin causa justificada".
Fedanimal tuvo conocimiento de lo ocurrido por publicarse en una red social (incluidas
fotos del sacrificio) y se puso en contacto con la particular, quien adujo al
colectivo que "el perro habÃa mordido a otro más pequeño" que habÃa
en su domicilio y también "a un familiar", según consta en la
denuncia.
La federación considera que el sacrificio infringe el artÃculo 9 de la
normativa autonómica valenciana de tenencia de animales potencialmente
peligrosos, que obliga al veterinario a reconocer en dos ocasiones dentro de
los 10 dÃas siguientes al perro que cause heridas de mordeduras a personas o
animales.
Del mismo modo, esa norma prevé que el veterinario comunique la mordedura al
ayuntamiento donde esté domiciliado el dueño, lo cual al igual que el anterior
punto no ocurrió.
Según Fedanimal, también se vulneró la ordenanza municipal de Catral que
prohÃbe expresamente el sacrificio de animales sin necesidad o causa
justificada y, del mismo modo, se pasó por alto el código deontológico para el
ejercicio de la profesión veterinaria que, en su artÃculo 22, regula la
eutanasia y las medidas paliativas indicando que los animales no se pueden
sacrificar salvo motivos objetivos.
Para el colectivo defendido por la abogada Raquel Sánchez Navarro se ha
infringido el artÃculo 337.3 del Código Penal por un supuesto delito de
maltrato animal con resultado de muerte, por lo cual la denuncia se dirige
contra la particular que acababa de adoptar y contra el veterinario que causó
la muerte "de un animal completamente joven y sano".