Fue en marzo del pasado año,
tras la segunda denuncia de Marisa, cuando el agente -con el seudónimo
de Juan Ramón- desconocÃa el elevado nivel de riesgo de la vÃctima, que
habÃa denunciado por vez primera a su compañero sentimental en
septiembre de 2016.
El agente, según la sentencia, "debió de
realizar una valoración en el plazo de siete dÃas, fijando el lÃmite en
el 1 de abril de 2018", pero la sargento jefe se percató de que Juan
Ramón habÃa incumplido su cometido "por encontrarse saliente de
servicio".
Los hechos probados relatan que al caducar el
seguimiento esta vÃctima de violencia machista tuvo miedo por su
seguridad, pues "el agresor acababa de salir del centro penitenciario y
habÃa realizado continuas transgresiones de la medida cautelar
impuesta", como declaró el teniente jefe de la Guardia Civil en Novelda.
Con
carácter urgente se asignó el caso a otro guardia civil, para a
continuación ser de nuevo transferido a un tercero, que ratificó la
situación de alto riesgo de la vÃctima.
Esta sentencia es recurrible ante
el mismo órgano judicial en el plazo de treinta dÃas para que pueda ser
revisada por la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo.