Unas 1000 parejas de
flamencos han encontrado en la mota central que divide la laguna de Torrevieja
el lugar perfecto reproducirse y se estima que la cantidad de pollos supera los
600 ejemplares.
Nunca antes, desde que
se tienen registros, se habÃa constatado la reproducción de esta inconfundible
ave, aunque sà algunos intentos frustrados, como el que tuvo lugar en la laguna
de La Mata en 2001. Las cifras alcanzadas también son históricas para el
conjunto de humedales valencianos.
La colonia reproductora
se ubica en una zona muy lejana, casi en el centro de la laguna, lo que hace
difÃcil estimar las cifras de adultos y pollos, que serán confirmadas una vez
que los pollos abandonen el lugar y se puedan contabilizar el número de nidos.
Durante la primera
quincena de mayo, personal de la Conselleria de Medio Ambiente y de las propias
Salinas constató la construcción de nidos de flamenco en las motas centrales
que divide la explotación salinera.
Desde ese momento, se
estableció un discreto plan de vigilancia sobre la incipiente colonia, con el
fin de que dispusieran de la tranquilidad necesaria para que todo el proceso
llegara a buen término.
Hay que recordar que
el flamenco es una especie con unos requerimientos muy precisos para su reproducción,
entre los que destacan un número mÃnimo de ejemplares formando parte de la
colonia, la necesidad de una tranquilidad absoluta y el mantenimiento de los
niveles de agua.
A dÃa de hoy, pasadas
las fechas más crÃticas del proceso reproductivo, han concluido con un notable
éxito la incubación y eclosión del huevo que, generalmente, suelen poner por
cada nido, pudiéndose observar las numerosas guarderÃas de jóvenes flamencos,
de color grisáceo, que permanecen en las inmediaciones de la colonia reproductora
siendo alimentados por los progenitores.
Las recurrentes
lluvias torrenciales de los últimos meses han provocado un importante
incremento de los niveles de agua, tanto en la laguna de Torrevieja como en la
de La Mata, asà como el cambio de las condiciones hipersalinas de la primera,
lo que se traduce en una mayor disponibilidad de alimento para las aves
acuáticas.
Por otra parte, la
imposibilidad de extracción de sal también ha motivado la reducción de las
actividades salineras al mÃnimo indispensable de mantenimiento de la
infraestructura extractiva.
Finalmente, el
confinamiento favoreció las condiciones de tranquilidad en el parque natural,
principalmente por la ausencia de ruido ambiental provocado por el tráfico
habitual y el frecuente vuelo de aviones y avionetas sobre la zona.
Antes de entrar en el
estado de alarma, ya se observó una inusual concentración de flamencos en ambas
lagunas torrevejenses, que fue incrementándose poco a poco en los meses del
confinamiento. Una vez levantadas las restricciones, también se ha constatado
la persistencia de flamencos en la zona.
Aunque se pueden
observar los flamencos durante todo el año en los humedales del sur de
Alicante, su reproducción con éxito solo se ha constatado en contadas
ocasiones: en Santa Pola en 1973, 1975 y 2002, y en El Hond en 1997 y 1998.