La Guardia Civil de Alicante ha intervenido, durante una inspección en el puerto de Altea, 110 kilogramos de ejemplares inmaduros de merluccius merluccius.
Dichos ejemplares no superaban los 16 centímetros, 4 centímetros menos del tamaño establecido para la captura legal de esta especie.
Los agentes confirmaron en dicha inspección la comisión de distintas irregularidades en relación a la captura, comercialización y transporte del material incautado.
Los productos habían sido comercializados sin ser sometidos a una primera venta en la lonja y estaban ocultos entre otras piezas cuya talla y trazabilidad eran correctas. Todas estas piezas estaban listas para su distribución y venta en la Comunidad de Madrid.
El SEPRONA ha iniciado una propuesta de sanción, por la que la empresa se enfrenta a una multa de 60000 euros. El pescado incautado ha sido donado a una entidad benéfica para su consumo tras superar los controles oportunos.