Del mismo modo, en otra actuación llevada acabo, al igual que la otra, en un paraje natural protegido de la provincia, ha solicitado la sanción para el propietario de un arma larga rayada con silenciador y munición de 22 milÃmetros, que portaba en el momento de la inspección y que le ha sido intervenida.
Según ha explicado la Guardia Civil en una nota de prensa, la primera de las actuaciones tuvo lugar el 12 de febrero, durante una inspección en un coto de caza situado en un paraje natural protegido de Crevillente, por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Elche, con la colaboración de un guÃa canino de la Guardia Civil de Valencia, y tres agentes forestales de Crevillente.
AllÃ, la Guardia Civil intervino en el interior de uno de los vehÃculos controlados un arma de fuego larga rayada, para tiro deportivo, de calibre 22 milÃmetros y con un silenciador acoplable al cañón, y una caja de munición.
Las armas de fuego para tiro deportivo sólo pueden portarse y utilizarse en campos de tiro reglamentados, y el uso de silenciadores acoplables a armas de fuego está prohibido, salvo para funcionarios especialmente habilitados, en concordancia con el Reglamento de Armas.
Además, la Ley 13/2004 de caza de la Comunidad Valenciana, en su artÃculo 12, apartado 2, prohÃbe expresamente para la caza, en el punto e, los rifles de calibre 22 milÃmetros, y, en el punto f, los silenciadores, cuyo uso en zonas protegidas "pone en grave riesgo a la fauna, principalmente por lo difÃcil que es detectar el sonido de los disparos, lo que favorece la impunidad de la caza furtiva".
Tanto el arma como el silenciador adaptable al cañón y la munición han sido depositados en la Intervención de Armas de Elche, a disposición de la Administración competente para resolver el expediente sancionador.
Por otro lado, el pasado 17 de enero, durante una inspección en un coto, ésta vez en un paraje natural protegido de Santa Pola, el Seprona de Elche intervino en el interior de un refugio para cazadores siete ejemplares de diferentes especies de fauna silvestre disecadas, esto es, naturalizadas mediante técnicas de taxidermia: tres perdices, una liebre, un zorro, una codorniz y una gineta.
Según recuerda la Guardia Civil, no todas las especies de animales pueden ser cazadas para ser disecadas, como ocurre con la gineta, que es un animal protegido, al tratarse de una especie cuya supervivencia se encuentra amenazada.
En el caso de la gineta, sólo podrÃa disecarse un ejemplar cuando su muerte se produjera de forma natural o accidental, y siempre con la previa autorización de la Conselleria de Medio Ambiente.
Además, "la taxidermia debe ser ejercida por personal autorizado y Y los ejemplares deben estar acompañados en todo momento de la documentación que acredite que han sido disecados en un taller inscrito en el Registro, y que tanto su procedencia como su tenencia, son legÃtimas".
En este caso, cuando el propietario de los ejemplares fue requerido para que justificara la procedencia y tenencia legal de los especÃmenes, no pudo acreditar tal extremo, lo que constituye una infracción a la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad.
Los agentes procedieron a la incautación de los siete ejemplares, que han sido puestos a disposición de la autoridad competente para su valoración y análisis definitivo, en el que se determinará su destino final.