Inauguración estación Miguel Hernández-EPDAEl presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inauguró el pasado 1 de febrero junto al presidente de la Generalitat
Valenciana, Ximo Puig y al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, la nueva línea de AVE Madrid - Elche - Orihuela. La ciudad oriolana y por ende, la provincia de Alicante, cuenta desde este mes con una estación
ferroviaria bautizada en honor al célebre poeta local Miguel Hernández, en la que Sánchez, Puig y Ábalos se encontraron con el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana. Además de la de Orihuela, la provincia de
Alicante cuanta también con estación de AVE en Matola-Elche, otro de los puntos de llegada de la nueva línea de alta velocidad. La nueva ruta permitirá conectar Madrid con Orihuela en 2 horas y 35 minutos.
El alcalde de Orihuela calificó de "hito histórico para toda la comarca de la Vega Baja", la puesta en funcionamiento del AVE. El regidor oriolano manifestó que esta parada "supone atender una necesidad que teníamos en la comarca y una gran oportunidad para nuestro turismo y desarrollo general". Desde que en 2016 se dio a conocer que Orihuela contarían con parada de AVE, Bascuñana centró sus esfuerzos en dar visibilidad a esta parada que marca un antes y un después en la historia de esta comarca alicantina.
La primera línea de alta velocidad se inauguró en Japón el 1 de octubre de 1964 y unía Tokyo y Osaka. Francia fue, en 1981, el primer país europeo en contar con la alta velocidad gracias a su línea entre París y Lyon, seguido de Francia que estrenó el tren de alta velocidad entre Hannover y Würzburg en 1991.
Por su parte, España demoró la mejora de su sistema ferroviario. Según la revista Vía Libre, en 1987 la velocidad media de los trayectos en tren de larga distancia era de 65 km/hora, por lo que el tiempo de los viajes en tren suponía un 20% más que en coche y era imposible competir con el avión. Era una gran oportunidad para iniciarse
en la alta velocidad, modernizando la estructura ferroviaria con las mejores tecnologías.
En 1992, gracias a la línea Madrid - Sevilla, nuestro país se inició en la alta velocidad. Desde entonces, y gracias a la apuesta por dejar de importar tecnologías dando la oportunidad al desarrollo del sector en el país, las empresas españolas se han consolidado nacional e internacionalmente.
Nuestro país es un referente internacional en materia de alta velocidad ferroviaria, codeándose con países como
Alemania, Francia, China y Japón. Las empresas españolas están más que consolidadas en el sector y desarrollan proyectos en diferentes puntos de nuestro planeta. El director internacional de Adif, Fernando Nicolás, señala que "el hecho de que España lleve más de 30 años apostando por el desarrollo y modernización del ferrocarril ha hecho posible que el sector empresarial haya podido hacer una apuesta a largo plazo, que le ha permitido dotarse de elementos de competitividad y de innovación que le facultan ahora para trabajar en proyectos ferroviarios en
los cincos continentes".
CAF fue la primera empresa española en exportar la alta velocidad fuera de nuestras fronteras en el año 2005 y para su responsable del departamento de Marketing, Javier Iribarnegaray, "somos un mercado puntero, un sector
reconocido fuera de España". Turquía fue el primer país que disfrutó de la alta velocidad española, con la línea que une Ankara y Estambul y que fue diseñada en un proyecto liderado por OHL y en el que CAF aportó doce trenes que alcanzan los 250 km/h, recorriendo más de 600 kilómetros en menos de tres horas.
En los más de 30 años de desarrollo se han invertido más de 51.775 millones de euros, lo que ha permitido que España tenga la red de alta velocidad más extensa de Europa - 3.240 kilómetros - y la segunda del mundo, tras China. En 2006, el sector ferroviario español exportaba algo más de 500 millones de euros. Desde 2011, esta cantidad superó la barrera de los 1.000 millones de euros y en los años 2.014, 2.015 y 2.016 nuestro sector
ferroviario facturó más de 1.500 millones de euros, según datos del ministerio de Fomento.
Gracias a todo ello, Pedro Fortea, Director General de la Asociación Ferroviaria Española (MAFEX), señala que
existe "un tejido industrial muy potente y líder desde el punto de vista tecnológico". La industria ferroviaria española viene demostrando desde hace varias décadas una importante vocación exportadora gracias a la experiencia adquirida en la construcción y explotación de líneas y sistemas ferroviarios. "Esta vocación se ha traducido en el liderazgo español en proyectos de gran envergadura como las líneas de alta velocidad de Ankara-Estambul, Medina - La Meca, Oslo- Ski, LAV de California, Milán - Nápoles, HS2 o la línea Madrid - Barcelona - Lyon - París", señala Fortea.
Mientras que en el desarrollo del tren convencional la iniciativa privada ha desempeñado un papel fundamental,
el tren de alta velocidad es básicamente un producto de la planificación pública. La extensión de la alta velocidad
a partir de 1964 se realiza, tanto en Japón como en Europa, aprovechando parte de la red ferroviaria convencional.
De esta manera se supera el obstáculo que representa el elevado coste de las líneas puras de alta velocidad.
Paralelamente, se introducen sucesivos avances tecnológicos que permiten mejorar su rendimiento y los parámetros
de calidad de la oferta a los usuarios.
El tren de alta velocidad en España destaca principalmente por su extensa y moderna red. La decida apuesta que se ha hecho en los últimos años, las grandes inversiones en avanzadas infraestructuras, así como el esfuerzo constante en I+D han colocado a nuestro país a la cabeza en vanguardia tecnológca y know how en el desarrollo de proyectos
de gran envergadura. España es el país europeo con mayor grado de implantación del sistema europeo de señalización ERTMS (European Traffic Managment System), con más de 2.000 kilómetros equipados con este sistema, el más moderno y avanzado hoy en día.
Además, España cuenta con el trayecto interoperable más largo de Europa, que discurre entre Barcelona y Málaga, en el que el material rodante equipado con ERTMS circula por una infraestructura con sistemas de señalización suministrados por cuatro fabricantes distintos.
En la red española existen distintos tipos de vía, el ancho ibérico o convencional, de 1668 milímetros y vigente
en la mayor parte de la red; el ancho estándar UIC, de 1435 milímetros en las líneas de alta velocidad y el ancho de vía estrecha, de menos de 1435 milímetros y que en España es prácticamente un ancho métrico de 1000 milímetros.
Todas ellas se combinan de forma muy eficiente gracias a los avances de fabricantes de material rodante nacionales,
que han desarrollado sistemas de cambio de ancho de vía para que pueda ser compatible la operación de cambio
de trenes de pasajeros.
Son varios los programas que están enfocados a la consecución de un sistema ferroviario moderno donde las protagonistas sigan siendo las nuevas tecnologías y los avances más punteros que llegan gracias a la transformación digital. Uno de ellos es el Plan de Infraestructura, Transporte y Vivienda 2012-2024, que tiene como objetivo la optimización de los recursos existentes y la planificación de las necesidades reales.
A ello se suma el Plan de Innovación para el Transporte e Infraestructuras, que promueve rutas inteligentes así
como la eficiencia energética y la sostenibilidad y que tiene un coste de 50 millones de euros. Además, Renfe operadora ha comprado nuevos trenes, con una inversión estimada de 3000 millones de euros. Por su parte, el "Plan de Impulso del Transporte de Mercancías por Ferrocarril 2017- 2023" tiene como objetivo mejorar su eficiencia.
Las perspectivas del tren de alta velocidad en España y en Europa son ciertamente optimistas, ya que se le atribuye
el papel protagonista en el diseño de la política europea de transporte y en los planes de infraestructura nacionales.
En el caso de España, la cuantía de las inversiones previstas en los proyectos ferroviarios para la década actual
supera a las destinadas a la red de carreteras.
