Imagen de la operación facilitada por la Guardia Civil. EFE-GC
La Guardia Civil ha investigado en la provincia de Alicante a tres hombres y una empresa tras intervenir 11.500 kilos de doradas y lubinas para la venta al público por presuntas irregularidades en las etiquetas de origen y fecha de caducidad, lo que podrÃa constituir un riesgo para la salud de los consumidores.
Al parecer, hacÃan pasar doradas y lubinas, de procedencia turca, por pescado español y modificaban la fecha de su captura para dotarlas de una caducidad superior, según un comunicado del instituto armado.
Los tres sospechosos y la mercantil están investigados por los presuntos delitos contra la salud pública, de falsedad documental y contra el mercado y los consumidores.
La intervención, que se enmarca dentro de la investigación a nivel europeo que el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) del instituto armado lleva a cabo en relación con el fraude alimentario, ha sido realizada por patrullas de Alicante y de Monóvar, con la colaboración del Inspector de Pesca MarÃtima de la Generalitat,
Los agentes inspeccionaron las instalaciones de una empresa dedicada al engorde, importación y comercialización de productos pesqueros, ubicada en la zona sur de la provincia de Alicante.
En ella se constató que envasaban doradas y lubinas, provenientes de la acuicultura local, cuyo destino final era la venta al consumidor a través de varias cadenas de alimentación.
También importaban las mismas especies desde TurquÃa. Sin embargo, según la nota de prensa de la Benemérita, estos especÃmenes eran reenvasados y reetiquetados, modificando su origen, del turco al español, y cambiando la fecha de captura para darle más amplitud a la fecha de caducidad.
Posteriormente se pudo verificar 'in situ' que el producto habÃa llegado a los establecimientos de venta al público bajo estas condiciones irregulares. Los pescados en venta de los mostradores y neveras tenÃan un color de agallas o de ojos que no se correspondÃa con la frescura indicada en las etiquetas.
Debido al considerado riesgo que suponÃa el consumo de estos productos por parte de las personas, avalado por los informes de los inspectores de seguridad alimentaria, la Guardia Civil procedió a la inmovilización inmediata, retirada del mercado y destrucción de cerca de doce toneladas de productos pesqueros re-envasados, localizados en una nave y en tres supermercados.
Los presuntos autores de este supuesto fraude alimentario -tres hombres españoles y una empresa- han sido investigados por un delito contra la salud pública, otro de falsedad documental y una tercero contra el mercado y los consumidores.
Ahora, la labor del Seprona continúa para determinar cuánto tiempo podrÃa llevar la mercantil realizando esta actividad ilÃcita y, por consiguiente, cuántos productos se han podido poner a la venta en el mercado.
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