El robo de las tuberías de cobre de la caldera del CEIP Fernando de Loaces de Orihuela ha provocado la fuga de 2.000 litros de gasoil del depósito al forjado sanitario de uno de los módulos de educación Infantil y ha obligado a suspender las clases en este centro y en el colegio con el que linda, el CEIP Josefina Manresa.
Se trata de un acto vandálico ocurrido este pasado fin de semana y el alcalde del municipio, Pepe Vegara, ha firmado un decreto para suspender las clases de Infantil en ambos centros, según han informado fuentes del ayuntamiento.
El consistorio está gestionando el incidente de manera urgente mediante las vías que le permite la legislación. Desde la Concejalía de Emergencias que dirige Víctor Valverde se ha solicitado a una empresa especializada la absorción y retirada del gasoil del módulo vertido.
Una vez concluyan estas labores, se procederá a la limpieza del forjado sanitario para retirar la totalidad de los restos de olor y gases.
"Para la ejecución de estos trabajos es necesaria la ausencia de personas en esa área, tanto personal del centro como usuarios, y no podemos exponerlas a los riesgos derivados de fugas de gasoil intoxicación por inhalación de gases", han apuntado desde el consistorio.
Por todo ello, según estas fuentes, "deben permanecer sin uso y cerradas al personal no especializado en retirada de fugas de gasoil las aulas de 2, 3 y 4 años del CEIP Josefina Manresa y las clases de 3 y 4 años del CEIP Fernando de Loazes durante los días 21 y 22 de mayo, tiempo estimado en la rehabilitación de otros espacios sin exposición al riesgo mencionado". El objetivo es retomar las clases el próximo día 23.
El alcalde, junto a los concejales de Educación y Emergencias, Vicente Pina y Víctor Valverde, respectivamente, se ha personado, nada más ser informado de los hechos en los centros educativos afectados para conocer de primera mano lo sucedido, interesarse por los alumnos y profesorado, y actuar de manera inmediata.
"Afortunadamente no tenemos que lamentar daños personales, pero por culpa de estos vándalos nos vemos obligados a suspender las clases durante 48 horas y reubicar a los alumnos. Hemos actuado inmediatamente y adoptado con carácter de emergencia todas las medidas que sean y vayan a ser necesarias para devolver la normalidad en ambos centros", ha señalado Vegara.
Por su parte, el edil de Emergencias ha explicado que han "comenzado a retirar los 2.000 litros de gasoil derramados en el forjado sanitario del edificio de infantil".
"Una vez retirado este carburante, procederemos a la limpieza de toda la zona afectada. Para ello hemos contactado con empresas especializadas para actuar de inmediato con el procedimiento más adecuado. Este derrame no tiene peligro de combustión, pero si desprende gases tóxicos", ha dicho.
Los operarios municipales están trasladando el mobiliario y material de las aulas afectadas a otras zonas de los centros donde reubicarán a los alumnos.
En este sentido, el concejal de Educación ha lamentado los actos vandálicos, que no solo pueden causar daño a "los alumnos y profesorado, sino que ocasionan trastornos a las familias. El ayuntamiento está en contacto con los directores de los dos centros ubicados en el Palmeral y nos hemos puesto a su disposición para todo lo que necesiten", ha añadido.
Se sospecha que los vándalos saltaron la valla y arrancaron las tuberías de cobre ubicadas en la fachada. Sin embargo, debieron ser sorprendidos porque, según fuentes municipales, dejaron restos de las tuberías en el patio.
Hasta el lugar se han personado, además de Protección Civil y Emergencias, especialistas del cuerpo de bomberos, Policía Local y Nacional, que están investigando los hechos e intentando localizar a los autores.