La moción de censura presentada por el PSPV-PSOE en el ayuntamiento de San Fulgencio (Alicante) contra el PP no ha llegado a votarse al mediodía de este miércoles al suspender el pleno extraordinario el presidente de la mesa de edad, el popular Paulino Herrero, al considerar no válido el voto del concejal no adscrito que posibilitaba el cambio de gobierno.
En las pasadas elecciones municipales, el PSPV-PSOE fue el partido más votado con 6 de los 13 concejales en juego, por 5 del PP y dos de los independientes del PIPN, uno de los cuales ha pasado del equipo de gobierno a apoyar a los socialistas, que han estado en la oposición en la primera mitad del mandato.
San Fulgencio había vivido desde 2000 tres mociones de censura anteriores en 2003, 2004 y 2007, y la de hoy iba ser la novena del actual mandato en la Comunitat Valenciana, la primera en la provincia de Alicante.
El alcalde del PP, José María Ballester, había presentado una hora antes del pleno previsto a las 12 horas un informe jurídico que argumentaba que el independiente belga Alain Franz Vandenbergen, que pasa de su equipo de gobierno a firmar la moción de censura, no ha dado conocimiento formalmente a la corporación municipal de que pasa del Partido Independiente por las Nacionalidades (PIPN) al grupo de los no adscritos, lo que le imposibilita votar la moción de censura.
Pese a que el secretario municipal ha negado que esta situación tenga relevancia al afirmar que Vandenbergen puede votar independientemente del grupo del que forme parte y a las protestas airadas del PSPV-PSOE, el presidente de la mesa de edad ha decidido unilateralmente levantar la sesión cuando se llevaban 5 minutos de sesión, y tanto él como el alcalde y el resto de concejales populares han abandonado la sala, al igual que la parte del público contraria a la moción.
El que iba a ser este miércoles el nuevo alcalde, el socialista José Sempere, ha instado al secretario municipal que continuara el pleno sin el grupo popular pero éste último le ha aclarado que la potestad de levantar el pleno corresponde al presidente, en este caso al concejal de más edad, el referido Paulino Herrero, del PP, y que no podía continuar la sesión.
El PSPV-PSOE anuncia una denuncia por prevaricación
Sempere ha calificado de "poca vergüenza" lo ocurrido y ha adelantado que su grupo preparará una denuncia por prevaricación por lo ocurrido antes de que, a las 12.19 horas, todos los presentes en el salón de plenos abandonaran el lugar sin más incidentes que las protestas y comentarios airados.
En su turno de palabra como presidente de la sesión al ser el concejal de más edad, Paulino Herrero ha argumentado que el abandono o expulsión de Vandenbergen del PIPN le impide votar la moción en tanto que el pleno no tome conocimiento de que pasa a los no adscritos, algo que ha dicho aún no ha ocurrido.
"No consta que sea concejal no adscrito" ante lo cual, ha proseguido Herrero, se decreta la "inadmisibilidad de la moción de censura al no contar con mayoría".
Pese a que el secretario municipal replicaba que el artículo 197 de la Loreg establece que la consideración o no de no adscrito "no tiene relevancia, pudiéndose hacer la toma de conocimiento por parte del pleno antes o después de la moción de censura", Herrero ha levantado la sesión.
Una vez vacía la bancada del PP, los socialistas y el concejal belga han permanecido unos minutos en sus asientos para tratar, sin éxito, de que se mantuviera el pleno.
El secretario municipal les ha explicado que el pleno ha terminado oficialmente por la decisión del presidente de la mesa de edad, pese a que sigue considerando que "la moción de censura era perfectamente válida". "Otra cosa es que sea legal o no levantar la sesión pero no tengo facultades para continuarla ya que es el presidente es quien la levanta", ha añadido.
El concejal no adscrito: Las urbanizaciones están abandonadas
Minutos antes del sorprendente pleno, el referido Vandenbergen ha explicado a EFE que el principal motivo que le ha llevado a propiciar el cambio es que las urbanizaciones están "abandonadas" pese a las "promesas" que le había hecho el PP.
La falta de mantenimiento del alcantarillado de las urbanizaciones ha sido uno de los incumplimientos que ha citado el belga, situación que ha provocado actualmente "una plaga de cucarachas", a lo que ha sumado la escasa dotación de médicos y enfermeros para atender a los vecinos de las urbanizaciones.
Ha relatado San Fulgencio tiene casi 14.000 habitantes y que 12.000 de ellos residen en 9.200 viviendas de las urbanizaciones, la mayoría extranjeros, sobre todo británicos, mientras que en el casco urbano y en viviendas diseminadas viven los restantes 2.000.