El lateral del Elche Pol Lirola, al término del encuentro. -EFEEl Girona confirmó su línea ascendente de juego y resultados tras ganar en el Martínez Valero por 1-2 a un Elche agonizante que sigue hundido en el fondo de la clasificación y al que apenas duró media hora el efecto del cambio de entrenador.
Con Sergio Mantecón como técnico interino, el equipo ilicitano, el único que aún no ha logrado ganar en la competición, mantuvo el equilibrio de fuerzas durante el primer periodo, en el que logró adelantarse en el marcador por medio de Lirola y rozar un segundo gol tras un cabezazo de Milla, pero en la segunda parte fue superado ampliamente por el Girona, que hizo méritos y ocasiones para lograr un marcador más amplio.
El Elche, obligado por las circunstancias y el relevo en su banquillo, tuvo una puesta en escena muy diferente a la de los últimos partidos. El conjunto ilicitano salió decidido a buscar a su rival en su propia área y a los tres minutos Gazzaniga evitó el primer gol local tras un disparo de Pere Milla.
El Girona logró frenar el empuje local estirando sus posesiones de balón y asustando en las acciones a balón parado, pero la lesión de Yangel Herrera le hizo perder el hilo del partido, lo que aprovechó el Elche para golpear.
Una combinación entre Collado y Lirola permitió al lateral encontrar un hueco en el área y batir la meta del Girona con un disparo cruzado.
El gol desató al Elche de todos sus complejos y apenas un minuto después Pere Milla rozó el segundo con un gran cabezazo que se estrelló en el larguero.
El conjunto de Míchel se levantó de la lona con contundencia. Aleix García estrelló el balón en palo con Badía ya batido y Oriol Romeu vio cómo el colegiado le anuló un gol por falta previa tras un saque de esquina.
El Elche poco a poco fue perdiendo empuje y cediendo terreno, lo que aprovechó el Girona para igualar con un tanto de Iván Martín tras dejada de Javi Hernández.
El empate enfrió al Elche y animó al Girona, que pasó a controlar por completo la posesión del balón, aunque sin pegada.
El conjunto catalán salió decidido a romper el partido en los primeros minutos del segundo tiempo, en los que acumuló varias llegadas de peligro y una gran ocasión que Valery no transformó en gol por poco.
El dominio del equipo de Míchel fue total ante un Elche agazapado que apenas tuvo contacto con el balón. Tati Castellanos y Toni Villa probaron fortuna con sendos remates que no lograron sorprender a Badía.
Mantecón intentó hacer reaccionar a su equipo, cada vez más hundido en su área, con la entrada de Gumbau y Ponce, pero al balón y la iniciativa siguieron siendo del Girona, que acabó por encontrar el premio del gol tras un pase de Arnau pasaportado a la red por Taty Castellano.
El Girona, pese a la ventaja, siguió amasando el balón, moviéndolo de lado a lado, para provocar la salida del Elche de su área y aprovechar los espacios. En pleno desbarajuste ilicitano, Romeu pudo sentenciar con un disparo al larguero y Stuani, poco después, falló bajo palos un gol cantado.
Con el Elche descompuesto y desordenado, el Girona pudo jugar a placer y solo la falta de puntería evitó una derrota más contundente ante la impotencia de la afición local, que volvió a abroncar el juego de equipo.
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