Dos hombres han sido detenidos en Alicante por, presuntamente, emplear a trabajadores extranjeros en situación irregular para la reforma de inmuebles destinados a viviendas de alquiler vacacional, algunos de los cuales vivían en condiciones insalubres en las mismas obras.
En el operativo se ha localizado a catorce empleados de origen latinoamericano y de Europa del Este que trabajaban sin contrato nueve horas de lunes a viernes, cobraban 75 euros al día en metálico y no estaban dados de alta en la Seguridad Social. Ocho de ellos, además, estaban en situación irregular, han precisado a EFE fuentes policiales.
Los dos arrestados, de 55 y 34 años, responsables de dos obras, están acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores y las detenciones se produjeron tras una intervención de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Alicante en coordinación con la Inspección de Trabajo.
Según un comunicado de la Policía Nacional, la operación se inició tras recibir información sobre una persona que estaría utilizando mano de obra extranjera irregular para llevar a cabo trabajos de albañilería en una obra de reformas destinada a construir apartamentos turísticos.
En las primeras pesquisas, los investigadores observaron cómo accedían al inmueble personas de origen latinoamericano con ropa de trabajo manchada. También se detectó una segunda obra cercana con operarios de origen del Este de Europa en situación similar.
Durmiendo sobre colchones en el suelo, sin aseos y sin medidas de seguridad
En el primer local se halló a tres hombres en situación irregular, de entre 36 y 60 años, trabajando en el interior del edificio. Se constató que vivían en el mismo lugar donde trabajaban, durmiendo sobre colchones en el suelo y con varios electrodomésticos conectados a una única fuente eléctrica. No disponían de aseos y su capacidad para higiene era mínima.
En una investigación más profunda se descubrió la existencia de un cuarto trabajador sin contrato, de 53 años, así como de una mujer que había desempeñado labores de limpieza en el pasado.
En la segunda obra se localizó a diez trabajadores, varones de entre 20 y 43 años. La mayoría no hablaba español y realizaban las tareas en condiciones precarias, dado que compraban su propio material de trabajo y carecían de medidas básicas de seguridad. De ellos, tres estaban en situación irregular y ninguno figuraba como trabajador registrado en la empresa. Tampoco conocían una mínima normativa básica de derechos de trabajadores en España.